Ciertamente es mucho más fácil controlar a la gente dándoles placer que dolor, de hecho, tarde o temprano, todos los regímenes políticos totalitarios caen, la gente no aguanta el dolor a cambio de nada. Es mucho más inteligente el tirano que distrae al pueblo con chucherías y placeres varios, pero no por ello deja de ser un tirano.
Actualmente estamos inmersos en una crisis sin precedentes que ha puesto en cuestión muchos aspectos del sistema capitalista, es hora de refundarlo, de acabar con los privilegios de las clases pudientes (de los banqueros, de los políticos y de los artistas de la ceja) de darle la vuelta hacia un sistema democrático participativo de verdad (la tecnología lo permite), no cada cuatro años, rozando la utopía asamblearia, dad voz a la gente y la gente dará soluciones, os dirá cómo deben gastarse sus impuestos.
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