COMIDA CHINA
A todo aquél que dice que le gusta la comida china le recomendaría viajar a darse un voltio por la China. Es un país enorme, mucho más grande de lo que aparece en el mapamundi. Esto último, aunque sorprendente tiene una fácil explicación, los mapamundis que se emplean en la actualidad están basados en la proyección Mercator ( http://es.wikipedia.org/wiki/Proyecci%C3%B3n_de_Mercator ), geógrafo belga al servicio de Carlos V que como buen funcionario que era situó España en el centro del mundo y más grande de lo que es (para que el Emperador la viera bien en el globo) por lo que Europa también quedó más grande (incluyendo Groenlandia) en perjuicio fundamentalmente de África y Asia que aparecen bastante más pequeñas de lo que son. Pues bien, a lo que iba, la cocina china que se ha difundido mayoritariamente por el mundo es la cocina cantonesa, una región del sur de China, y, como os podéis imaginar, de la misma manera que la paella no puede representar la diversidad de la cocina española, la cantonesa es sólo una mínima parte de la china. Cuando estuvimos en Pekín decidimos probar la comida más auténtica posible. Fuimos a una calle llena de restaurantes, la calle de los fantasmas (llamada así por la cantidad de farolillos rojos que la iluminan).
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