El Turco me envía este folleto publicitario que ha llegado a su buzón, lo transcribo literalmente a continuación (espero sus afilados comentarios):
De origen sueco y hecha de silicona... en tamaños de 1,50 a 1,75 m.
La textura de la piel tiene aproximadamente un 99,8% de semejanza con la piel humana; durabilidad de 2 años con régimen de uso constante y diario; y completamente regulable, hasta ’colocarla’ en la posición adecuada. Tiene 100 sensores distribuidos por el cuerpo, 30 en las zonas erógenas. Cada uno de los sensores hacen que ella se mueva levemente de alguna forma, pueden existir 20 combinaciones concurrentes.
Al ser penetrada, emite un sonido leve que susurra generosamente en nuestros oídos.
Viene con sonorización embutida en la garganta y reconoce hasta 16 comandos ’extremadamente personalizados’ (máximo a 2,0 m de distancia de sus ’oídos’).
Cuando existe algún tipo de contacto dentro de sus zonas erógenas, emite leves gemidos.
Además de todo eso, ’se humedece’ con facilidad... basta una leve ’caricia’ sobre cualquiera de sus sensores.
Sus principales características:
- 3 entradas operacionales (vagina, ano y boca);
- posibilidad de cambiar la cabeza (para variar un poco)
- Se puede escoger la altura y el peso (7 tamaños disponibles)
- Las medidas (caderas-pecho), color de piel, de los ojos y cabello o los pelos del pubis (que pueden ser también rasurados), el tamaño de las uñas y también el color, pueden ser alterados.
NO ES ELÉCTRICA (lo que es un alivio);
No habla;
No tiene menstruación;
No se incomoda si estamos viendo futbol en la TV;
No compra ropas ni zapatos;
No tiene madre;
No va al salón de belleza;
No tiene dolor de cabeza;
No se enfada ni nos acompaña en la cervezada con los amigos;
No engorda ni envejece etc...
El único inconveniente es que cuesta cerca de $ 14.000,00, pero no cobra pensión alimenticia ni se queda con la casa en caso de divorcio.
Y es que ’la ciencia avanza que es una barbaridad’
2 comentarios
Neil Armstrong -
Salam -
Vamos, que la moña esta tirada.
Voy a empezar a ahorrar, a ver si con la crisis y la deflación me puedo regalar una el año que viene.