SEGUIREMOS RASCANDO
El voto en blanco ha pasado en España de 95.014 votos (0,61%) en las europeas de 2004 a 220.179 votos (1,41%) en las europeas de 2009, es decir, ha doblado el resultado ampliamente (125.165 votos más y un 0,8%). A pesar de ello, si el voto en blanco hubiera sido computable no habría obtenido el tan deseado escaño vacío ya que el partido con representación que ha obtenido menos votos ha recibido 391.962 votos (2,50%), o lo que es lo mismo, el voto en blanco necesitaría subir un 1%.
Si tenemos en cuenta que la abstención se ha reducido en un 0,80 % (ha pasado del 54,80% al 54%) podemos concluir que parte de los abstencionistas han podido pasar al bando del voto en blanco.
Por otra parte, se ha reducido el voto nulo que ha pasado de 154.209 (0,98%) a 98.079 (0,62%), por lo que es probable que mucho voto en blanco que era anulado por introducir algo tan nimio como un papel blanco en el sobre se haya hartado de que le anulen el voto y se haya informado de cómo realizar un voto en blanco válido de acuerdo con la legislación electoral.
Queda claro que el gran reto del voto en blanco es convencer a los abstencionistas de que el voto en blanco es un voto democrático, propio de las personas que rechazan la actual partitocracia con sus programas antisociales y sus candidatos caciques en busca del mejor trabajo del mundo. Es por ello que como decían en las tapas de los yogures: siga rascando, hay miles de premios.
4 comentarios
Gecé -
http://www.elecciones.mir.es/europeas2009/
Rutero -
Gecé -
Gecé -
Espero seguir comentando.