PATRULLERO MANCUSO
El patrullero Mancuso tuvo una buena idea, que le había proporcionado nada menos que Ignatius Reilly. Había telefoneado a la casa de los Reilly para preguntar a la señora Reilly cuándo podía ir a la bolera con él y con su tía. Cogió el teléfono Ignatius, y se puso a aullar:
-Deje de molestarnos, subnormal. Si tuviera algún sentido, estaría investigando en antros como ese putiferio Noche de Alegría en el que fuimos maltratados y expoliados mi querida madre y yo. Yo fui víctima, por desgracia, de una mujerzuela viciosa y depravada, una de esas chicas que se dedican a hacer beber a los clientes. Además, la propietaria es nazi. Suerte tuvimos de poder salir de allí con vida. Vaya a investigar ese antro y déjenos en paz a nosotros, destrozahogares.
John Kennedy Toole "La conjura de los necios"
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