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DUMAS – EL CONDE DE MONTECRISTO

DUMAS – EL CONDE DE MONTECRISTO

En el naufragio de la vida, porque la vida es un naufragio eterno de nuestras esperanzas, yo arrojo al mar mi equipaje inútil, nada más, y me quedo con mi voluntad, dispuesta a vivir perfectamente sola y por consiguiente totalmente libre.

7 comentarios

Gecé -

Muchas gracias, Sr. Rutero. En ese caso añadir que es un puente diseñado por Gustave Eiffel, más conocido por la torre parisina que lleva su apellido.

Rutero -

Es un puente sobre el Duero q une Oporto con Vilanova, la foto está tomada desde Vilanova de gaia. Los barcos bajan los toneles a las bodegas de Oporto.

Gecé -

Cambiando de tercio, ¿el puente de la foto está en Oporto? Sin embargo los barquitos parecen más chinos que portugueses. Ruego aclaración.

Rutero -

Y ¿qué es una vida sin cicatrices?, las cicatrices son necesarias... hasta pueden ser bellas

Gecé -

Iba a decir que yo también estaba de acuerdo contigo (y estando de acuerdo contigo estaba de acuerdo conmigo mismo) pero me ha salido el puntilloso que llevo dentro y matizaré un poco: Creo que lo más acertado es "construir" la vida más que reconstruirla. Lo de la reconstrucción parece aludir a una previa destrucción que no tiene por qué darse necesariamente. Tal vez esto sea una discusión más formal que material. Pero es que lo de "reconstruir" me recuerda a un jarrón roto. Coges el loctite, lo pegas y por mucho empeño que pongas se ve por dónde se rompió. También pasa con el alma, pueden herirte y puedes vencer, pero te quedan cicatrices (que hasta pueden ser atractivas y todo). Pero ahí también nos forjamos si bien dudo de la pedagogía a base de golpes, hay mejores formas de aprender. Tal vez esté caminando por un reino de abstracciones.

Rutero -

Completamente de acuerdo, pero la libertad conlleva el riesgo de equivocarse y tirar cosas que luego te das cuenta que eran importantes, pero siempre se puede reconstruir una vida, nunca es tarde para empezar de nuevo.

Gecé -

Sucede a veces que te das cuenta de que algo que guardaste no era inútil cinco minutos después de haberlo tirado. Por lo demás no creo que seamos robinsones si bien a veces estamos más solos de lo que imaginamos, la cita de Proscritos que preside el blog nos lo recuerda: somos piratas en un mar de sentimientos. No puede haber barcos piratas sin barcos susceptibles de ser asaltados. Es lógico, Suiza no tiene Marina de Guerra.