Conocerte a ti mismo es garantía de insatisfacción, pero es gratificante. La ignorancia no da la felicidad, aunque la felicidad suela ser ignorante. Siempre he pensado que el no conseguir lo que quieres es a veces un gran golpe de suerte, te hace mejor, valoras lo conseguido y aprendes a perder (se puede ganar perdiendo).
Cuando estás metido en algo no eres consciente de ello y puedes llegar a dramatizar situaciones de las que luego pasado el tiempo te descojonas, sin embargo, en el momento en que te ocurren eres incapaz de racionalizarlas como lo que son, meras anécdotas, y te las tomas a la tremenda y si tienes a alguien cerca para criminalizarlo pues mejor. Probablemente se trate de una falta de madurez o de un exceso de ansiedad.
Es demasiado tarde para corregirlo. Una vez que has dicho algo, ahí queda, y debes aceptar las consecuencias. Hay que ser consciente de que La emoción siempre precede al pensamiento y, por eso, como dice Lao Tsé es preciso reducir las palabras para que las cosas vayan bien.
Pero ahora no es el momento de pensar en lo que no tienes, piensa en lo que puedes hacer con lo que hay, dice Heminway en El viejo y el mar. Yo me siento salvaje y, sin embargo, hay algo en mi interior que me impide exteriorizar la bestia. Pero vamos progresando, cada vez queda menos para el principio, que es el final.
El tiempo pasa, ocurren cosas y sin embargo parecen no ser suficientes. Creo que por hoy es más que suficiente ¿o demasiado?.
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buenaventura -