EL PARQUEADOR ESTATAL
Una de las cosas que más llaman la atención de Cuba es su sistema económico de socialismo planificado trufado de picarescas dignas del siglo de oro español. Una de las más sorprendentes es la de los parqueadores, a todas luces ilegales, pero tolerados. Estaban en todas partes, en la puerta del restaurante, de la disco, del hotel, en la playa... allá donde trataras de parquear el carro aparecían ellos, y lo más importante, no duermen nunca. Son variopintos y suelen cobrar un dólar, en una ocasión (creo que fue en la ciudad de Holguín) uno nos pidió dos dólares, ¿no es un dólar la tarifa?, sí, pero es que somos dos y nos turnamos para no dormir, ¡¡Aha!!. En el segundo viaje a Cuba nos llevamos la grata sorpresa de que Fidel había estatalizado a los abnegados parqueadores mediante el curioso sistema de darles una camiseta de Havana Club con la P de parqueador. Más ingresos para el Estado, eso es planificación, ¡sí señor!. Hermoso ejemplo de captura de rentas por el Estado, la picaresca socializada. ¿Qué diferencia hay con nuestros parquímetros?. Aquí el negocio lo hace una empresa privada que paga una miseria a sus trabajadores y un canon al ayuntamiento, la diferencia se llama beneficio. En Cuba el negocio lo hace el pícaro trabajador (que hace las veces de maquinita) que se queda con la parte del león de la recaudación, el resto es para el Estado que hace un buen negocio por el precio de una simple camiseta.
3 comentarios
Gecé -
Armando -
Lo que el artículo parece obviar es la dedocracia de la concesión.
Armando -