ODIO EL QUESO
Odio al queso, no lo aguanto, ¡con lo bueno que está! -me dice la gente. Hasta ahora pensaba que se trataba de un asco irracional, pero ahora sé que soy normal, sólo tengo los ganglios basales altamente irritables. Según los neurocientíficos ganadores del IG Nobel de Medicina de 2017 la repulsión al queso está relacionada con la cantidad de materia gris del individuo. Usando un scanner de resonancia magnética mientras los individuos olían distintos tipos de queso observaron que se activaba la región cerebral llamada ganglios basales como epicentro neural del odio al queso...
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