IDIOTAS
En España la incontinencia verbal es un problema añadido al hecho de ser un país de trincheras ideológicas. En general, cada español es de un partido político de la misma manera que lo es de un equipo de fútbol, a muerte... y le da igual que sus representantes políticos sean unos sinvergüenzas porque los otros siempre lo son más. Era cuestión de tiempo que con la popularización de las redes sociales los idiotas las tomaran al asalto, sólo hay que ver el nivel ortográfico de muchos tweets o comentarios en facebook y periódicos digitales... yo ya he optado por no leerlos. Cuestión aparte es si el sistema judicial está para ocuparse de estos gilipollas o no... y por qué la guardia civil y la Audiencia Nacional la han tomado en exclusiva con los idiotas (no todos) de izquierda y no les parecen punibles los insultos y las amenazas de los idiotas (no todos) de derechas. La gota que ha colmado el vaso de mi paciencia es la Sentencia de la tuitera Cassandra (en la anonimación de la Sentencia, de una manera muy fina, la llaman Olegario, imagino que por ser transgénero, algo que para la AN probablemente no constituirá una humillación ni un delito de odio) condenada a un año de prisión por reproducir en tweets unos chistes "de toda la vida" sobre el asesinato por ETA del Almirante Carrero Blanco (en la Sentencia llamado Almirante Felicísimo, imagino que porque estará muy feliz a la diestra del Padre), siendo que consta en las hemerotecas que durante la transición muchos popes de la actual memocracia se hartaron de contar chistes sobre el mismo suceso sin que les cayera condena alguna... incluso ninguno de los autores materiales del atentado llegó a cumplir pena alguna. La Sentencia es indefendible, pero como siempre hay idiotas que justifican lo injustificable, algunos tuiteros defensores del orden establecido se han dedicado a rescatar todos los tweets de Cassandra en los que decía las gilipolleces propias de cuando tenía quince años... bueno, visto el TL de Cassandra lo único que me queda claro es que es algo gilipollas, pero que yo sepa ser gilipollas no entiende de géneros y no es un delito, es una desgracia. Para mí Cassandra no es una heroína, pero tampoco una delincuente, así que, aunque espero y deseo que al final se haga justicia en su caso, autoinculparse como ha hecho este ciudadano de Valladolid me parece un poco excesivo...
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