Blogia
rutamudejar

VALOR REFUGIO

NdRM: BSO Fuma negro sucio blanco

En el siglo XX, especialmente en las épocas de guerra y posguerra y en lugares chungos como cárceles o cuarteles se ha empleado el cigarrillo industrial como moneda. El cigarrillo es un medio de cambio estandarizado, homogéneo, duradero, fácil de almacenar, conserva su valor (además cada marca comercial y tipo de tabaco tiene un valor distinto) y es difícil de falsificar... y si pierde valor, te lo fumas. El cigarrillo suelto se usaba como calderilla y el paquete de veinte o el cartón de doscientos eran múltiplos adecuados para mayores transacciones. Era más jodido cuando había que utilizar fracciones, pero también se puede partir o extraer el tabaco sin mucha dificultad. 


Además cuando el precio del tabaco caía, el poseedor-fumador de esta moneda en vez de comprar algo con los cigarros podía preferir fumárselos y se quedaba tan ancho, si no me dan lo que quiero por mi tabaco me lo fumo. El no fumador sin embargo no tenía esa alternativa y era el más perjudicado por la inflación cuando había un gran stock de cigarrillos... pero no tanto, ya que al haber bastantes fumadores que se fumaban su tabaco cuando éste estaba barato, se reducía la oferta de tabaco, sosteniendo el valor.

Pero siempre hay algún cabrón dispuesto a alterar un mercado en equilibrio perfecto: había hijos de puta que recogían colillas y las «reciclaban» en nuevas "monedas" de menos valor. Sin embargo, esta moneda inferior podía reconocerse fácilmente y sólo era aceptada con un descuento adecuado...

 

En el siglo XXI, en las prisiones de los USA, donde el tabaco ha sido el “dólar” de uso corriente durante décadas, el cigarrillo ha sido sustituido por los noodles instantáneos (añades agua caliente y a comer)...

Dos causas han sido las principales para la pérdida de liderazgo del cigarrillo, por un lado un menor número de fumadores de tabaco (prefieren otras drogas) y por otro la creación de una necesidad nueva que el tabaco no cubría. Desde los años 2000 y por un cambio en los contratos otorgados a empresas privadas para que gestionen la alimentación de los presidios, ha bajado enormemente la ingesta calórica por interno. Si la alimentación media de un estadounidense es de 3.700 calorías por adulto masculino, en las cárceles ha pasado a ser 3.000. Y de tres comidas calientes diarias, a dos más una fría entre semana y sólo dos los sábados y domingos. Eso ha llevado a los presos a buscar una alternativa lo suficientemente barata y manejable y de alto valor calórico. Los paquetes de 80-100 gramos de fideos a más de 350 calorías se han convertido en los reyes de las cárceles, y la gente negocia sus intercambios y su reparto de tareas en “unidades de sopa”.


Así es, el nuevo “dólar” de las prisiones son los paquetes de fideos instantáneos, que de alguna manera comparten muchas similitudes con el tabaco. Son bastante duraderos, difíciles de falsificar, fáciles de almacenar y si el valor baja demasiado, te los comes...

Estamos ante un ejemplo más de un valor refugio que deja de serlo. Da igual que sea tabaco, oro, inmuebles, acciones o incluso dólares, nada te garantiza en un futuro que algún factor externo haga que tus inversiones pierdan valor.

Fuente: http://www.euribor.com.es/2016/09/21/cuando-las-cosas-pierde-valor/#

0 comentarios