EL OJO DEL CULO
Gracias y desgracias del ojo del culo. De Francisco de Quevedo
Dirigidas a Juana Montón de Carne, mujer gorda por arrobas.
Quién tanto se precia de ser servidor de vuesa merced, ¿qué le podría ofrecer si no cosas del culo? Aunque vuesa merced le tiene tal, que nos lo puede prestar a todos. Léale y, si este tratado le pareciere de entretenimiento, guárdele; y si le pareciere sucio, límpiese con él y béseme....
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