VAMOS A LA CÁRCEL
Hoy entra en vigor la Ley Sinde-Wert, una norma que trata de parar la descarga de contenidos con derecho de autor, un hecho histórico, así que vamos a celebrarlo contando dos historias. Ahí os va la primera: En 1889 un tal Tomas Edison inventó el Kinetógrafo, competencia directa del cinematógrafo de los hermanos Lumière, un aparato que servía para grabar y visionar películas....
Como buen inventor, Edison patentó su creación, pero era muy avaricioso y pretendía cobrar a los cineastas y exhibidores por la compra de la máquina (lógico), pero también por cada vez que la usaran... así que se quedaba con la mayor parte del negocio. Los cineastas se cansaron pronto de la situación y emigraron a California, un Estado donde no llegaban las garras de las patentes de Edison... así se creó Hollywood, un lugar donde piratear impunemente... así que los antiguos piratas ahora amantes de la Ley y el Orden hacen bien en defenderse de los nuevos piratas, ya que saben muy bien de qué va esto...
La segunda historia va del Mago de Oz, libro escrito en 1900 y que desde 1956 está en el libre dominio, así que nadie tiene derechos sobre él. Warner hizo en 1939 la película y... ¡tachán! el año pasado, 2011, consiguió que un juez reconociera sus derechos sobre las partes de la película que no salen en el libro, adiciones creativas les llaman. Y en 2012 llega Disney y pretende hacer una nueva película, pero Warner también quiere hacer un remake.... y esta película vende mucho merchandising, así que ya se están denunciando mutuamente para ver quien se lleva la pasta de una idea original que está desde hace más de 40 años en el libre dominio ¿Quién es aquí el pirata? Si el hombre de hojalata levantara la cabeza...
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