HACIENDA SOMOS TODOS

Llegó la rutina anual de retratarse frente a la Hacienda Pública. Recuerdo aquellos años en los que trabajé ayudando a los contribuyentes a cumplimentar su declaración de renta, una de las anécdotas curiosas que me ocurrió fue la de un inmigrante que emocionado porque le devolvían algo de dinero me pregunto ¿esto hay que hacerlo todos los años?... sí claro, pero no siempre es así, a veces tienes que pagar, -le contesté… pero puso cara de no creérselo.

Pues no, le mentí, hay que pagar siempre, porque sólo te devuelven lo que adelantaste a cuenta, pero eso es difícil de comprender para algunos... Y es que HACIENDA SOMOS TODOS y esta señorita MÁX (relájense, sólo es un momento, después sentirán el alivio infinito del deber cumplido):

          

Quien no tiene dificultades de comprensión es la Iglesia que trinca de nuestros impuestos cual ave carroñera. ¡No marquen ninguna casilla!, la Iglesia también trinca de los fines sociales vía ONGs creadas ex profeso para ello (léase caritas y asimiladas). Marcar cualquiera de las casillas supone que no todos contribuimos por igual al sostenimiento de los servicios generales, quien marca una de las casillas contribuye con 99,3% de sus impuestos, quien marca dos con el 98,6% y yo, que no marco ninguna, con el 100% ¿Quién es el solidario? Aquí están las buenas razones para no marcar ninguna.

          

Por último he de hacerme eco de esta iniciativa de exigir a las administraciones públicas que abran sus datos públicos, publicándolos en formato electrónico accesible para que los programadores puedan hacer aplicaciones como este comparador de presupuestos municipales o ésta sobre cómo se realiza el gasto público (en obras), pero claro los políticos se resisten porque no les gusta que el populacho les controle.

Por cierto, en estos momentos siempre me asalta una duda ¿puedo deducirme el dinero que me gasto en satisfacción sexual? Tengan en cuenta que gracias a este tipo de gastos mucha gente vive relajada y así se contribuye al mantenimiento de la paz social.

Por cierto, los habituales del blog pueden refrescar la página, he cambiado a las señoritas que fuman por las que se chupan el dedo...