MULTAS S.A.
Hoy en día el Estado confunde el Derecho sancionador (las multas de tráfico, por ejemplo) con el Derecho recaudador (los impuestos de toda la vida).
La finalidad del Derecho sancionador es castigar una conducta antisocial, si la sanción consiste en una multa su finalidad nunca es recaudar, simplemente se trata de reprender al infractor (finalidad represora), y debe de ser proporcional a la conducta antisocial sancionada.
Pero los políticos necesitan mucha pasta para sus cosas y estas sutilezas jurídicas se las traen al pairo.
Esta pequeña reflexión viene a cuento porque la semana pasada me pusieron una multa por exceso de velocidad, ya que iba a la gran y peligrosa velocidad de 63 Km/h en una zona limitada a 50 km/h, velocidad a la que como todo el mundo sabe es imposible frenar un vehículo a motor.
Y es que necesitamos recaudar.
La zona en cuestión es una travesía ancha de cojones con una magnífica visibilidad, pero tiene la gran ventaja de que paran muchos camiones y ¡claro! Podemos camuflar el radar de puta madre delante de algún camión. De hecho, en esa misma carretera, hay otra travesía mucho más peligrosa que está limitada a 80 Km/h, pero claro ahí no hay donde esconderse.
El caso es que unos kilómetros después estaban esperándome los recaudadores.
Buenos días, saluda el agente que me ha ordenado parar.
¡Buenos días! –digo yo, ¡por decir algo!,
¡Permiso de conducir y de circulación del vehículo, por favor! –se lo doy, es lo que tiene la educación.
Se va, comprueba no se qué, y vuelve… le informo caballero que el motivo de la detención es que en la travesía de Cogolludo de la Sierra (nombre supuesto del lugar de la infracción) ha sido detectado por el radar móvil por exceso de velocidad.
¡Ah, claro!, le digo -¡Qué quieres que te diga si me la vas a poner igual!, pienso yo.
Se va, y al ratazo vuelve con la multa en la mano, aquí tiene caballero, ¡Disculpe la tardanza, ya supongo que llevaba prisa!
¡Si claro, es lo que tiene el exceso de velocidad! -pienso
Y ahora viene lo mejor, el guardia civil de tráfico cual vendedor de teletienda
me explica amablemente que la multa son 100,00 €, pero que si renuncio
a recurrir la multa y la pago antes de que transcurra un mes
¡Me ahorraré 30 €!,
-debemos estar en la semana fantástica, pienso yo.
Además, -continúa el guardia con entusiasmo, ¡No tiene detracción de puntos!
Joder, ¡esto es la cucaña! ¡Gracias por multarme señor recaudador!
¡Qué tenga un buen día, ya puede continuar!
Y es que, parafraseando la campaña de la agencia tributaria,
¡Hacienda somos todos!, perdón ¡Quise decir Tráfico!
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Juan Alberto Belloch -
http://www.libertaddigital.com/sociedad/zaragoza-primera-ciudad-espanola-que-limitara-la-velocidad-a-30-kmh-1276387009/