LAS COSAS CLARAS
Siempre me han indignado los comentaristas deportivos de TVE, la mayoría no tienen ni idea (en este último mundial de atletismo llegaron a confundir a una atleta rusa con otra de Tailandia, sería por los colores de la bandera), no se preparan las retransmisiones y encima van de divos. Pero los que se llevan la palma desde hace tiempo son los de atletismo que ya han tenido algún que otro roce con los atletas por sus críticas fuera de tono. Ayer tuve que apagar la TV asqueado de escuchar las feroces críticas que le hacen a Natalia Rodríguez por su descalificación en la carrera de 1.500 después de haber ganado el oro con un dominio abrumador.
Esto me recuerda el linchamiento mediático del portero del Manchester United, Peter Schmeichel, que en un momento de rabia llamó negro bastardo al delantero del Arsenal, Ian Wright, después de que éste le intentara taladrar la rodilla con una plancha digna de tarjeta roja que el árbitro no vió.
Si bien es cierto que la descalificación de Natalia fue justa no es justo acusarla de poco menos que haber empujado con saña e intencionadamente a la atleta etíope. Eso no fue así, fue un lance de carrera y es fácil de demostrar:
Cuando Natalia empieza a adelantar a la etíope por el interior había espacio más que suficiente para pasar.
La etíope estaba reduciendo su velocidad, por lo que según el reglamento debió abrirse al exterior, si bien es cierto que a su derecha llevaba a otra atleta que le imposibilitaba abrirse.
Cuando Natalia está adelantando la etíope le cierra el paso desplazándose hacia la izquierda, razón por la que recibe una carga y cae al suelo, echándole un tremendo teatro para que el público presione a los jueces, de una forma parecida a cuando un delantero de fútbol efectúa el llamado “piscinazo”.
Cuando Natalia efectúa la carga no mantiene su cuerpo recto sino que lo inclina hacia su derecha debido a que se percata de que se va a echar encima de la cámara de TV que está justo en el borde de la pista.
El uso de los codos para ganar la calle buena en este tipo de carreras es algo habitual y que hacen todos los atletas, incluida la etíope.
Por lo tanto, Natalia se equivoca al escoger el lugar para adelantar y efectúa una carga no reglamentaria, siendo la descalificación justa, pero no así el linchamiento mediático.
Estoy seguro de que si esa carga la hace una atleta alemana no la descalifican ni de coña y el público no le pita, pero claro a una que se apellida Rodríguez se le puede descalificar porque según el público alemán prácticamente le había pisado el cuello a la pobre negrita y así ya todos ven que aquello de Hitler en el estadio olímpico fue simplemente un mal sueño. Putos nazis.
1 comentario
Rutero -