Para hacernos idea de la extensión de la que estamos hablando basta decir que sólo la república autónoma china de Xinjiang (superior izquierda del mapa y de color naranja) tiene una superficie similar a tres veces España y tiene una riqueza minera prácticamente sin explotar nada desdeñable, de ahí que los chinos estén echando toda la carne en el asador (normal, entre la región uigur, el Tíbet y la parte de Mongolia ocupada por China representan prácticamente el 50% de la actual superficie de la República Popular China, lo que está en color naranja).
Xinjiang comparte fronteras con Kazajistán (5 veces y pico España y sólo 15 millones de habitantes, os sonará Astaná que es su capital y que patrocina al equipo ciclista del mismo nombre) al norte y al oeste con Kirguizistan, Tayikistan, Afganistan, Pakistan y al sur con India y otra región autónoma “china” llamda “Tibet” (dos veces y media España) que los chinos llaman Xizang. Aquí confluyen los egos de varios imperios, principalmente el ruso, el chino y el turco, este último más bien de carácter sentimental ya que Turquía en la actualidad no tiene capacidad de tocar los cojones ni siquiera a los independentistas kurdos del Kurdistán (lejos queda el genocidio perpretado por los turcos en Armenia), un importante pueblo sin Estado que se encuentra dividido principalmente entre Turquía, Siria, Irán e Irak (aquí ya han conseguido una región autónoma).
Muchos de estos países son productores de petróleo, gas y otras materias primas de amplio comercio (como la heroína afgana) e incluso los que no tienen nada de esto son importantes como punto estratégico de paso de oleoductos y gasoductos. De ahí la importancia geoestratégica del famoso gasoducto Nabucco que calentará nuestras casas sin necesidad de pasar por Rusia. Pero de Nabucco y del Cáucaso hablaremos la semana que viene.
0 comentarios