EL TRIÁNGULO DE ORO
Siento defraudaros, pero el triángulo de oro no es un coño tragador de tarjetas de crédito. Geográficamente es una zona formada por territorios fronterizos de Birmania (Myanmar desde 1989), Laos y Tailandia, divididos por el río Mekong (Mae Nam kong en idioma thai). Su nombre proviene del abundante cultivo en la zona del opio que era conocido como oro negro antes de que el petróleo conquistara nuestros bolsillos.
Llegamos desde Chiang Mai (la capital del norte de Tailandia) por carretera a Chang Rai (literalmente la ciudad del elefante, de ahí la famosa Chang Beer o Cerveza Elefante que patrocina la camiseta del Chelsea) que es considerada puerta de entrada y capital espiritual del Triángulo, pero que a mí me dio la sensación de ser una de esas ciudades donde nunca pasa nada, aunque según diversas fuentes a las que ha tenido acceso este blog es el centro del tráfico comercial.
Una vez visitamos algún antiguo templo en Chang Rai nos dirigimos a Mae Sae, ciudad fronteriza con Myanmar e importante centro de negocios (una especie de Tijuana asiática), allí puedes comprar todo lo que puedas imaginar: jade, antigüedades, joyas, ropa... kalashnikovs (también los hay de plástico para tirar agua en el Songkran), morteros, opio, heroína, betel (en esta zona mastican betel igual que en Bolivia se mastica la hoja de coca), rubíes, teca (es una madera preciosa protegida y de ilegal comercio), billetes falsos o munición variada junto a otras exquisiteces de comercio legal o ilegal, que igual les da.
Mae Sae está unida con Birmania por un puente, el llamado puente de la amistad (por Asia son muy dados a llamar de la amistad a los puentes o carreteras que unen países, aunque a veces no mantengan relaciones precisamente amistosas,... hay que ser educado) y justo en el puente está la frontera, por lo que lo más interesante es observar a la gente que viene y va de un lado a otro del puente, cruzando con los medios de transporte más insospechados las mercancías más insospechadas.
Para los países limítrofes, Tailandia es sinónimo de comercio. Birmania es uno de los mayores productores de opio del mundo, incluso en algunas regiones la heroína circula libremente (hasta pagan con heroína a los mineros que extraen el jade, minas que explotan empresas chinas sin muchos escrúpulos). También es el mayor productor de jade del mundo y tiene abundancia de teca y de rubíes, sin embargo debido al embargo económico que sufre la junta militar muy pocos países comercian con ellos por lo que los militares se dedican al trueque, cambiando a las mafias sus productos chungos por armas, coches, electrodomésticos y todas esas cosas a las que no tiene acceso la plebe birmana.
En la zona birmana se veía jodido el tema, desde el puente vimos que en la parte birmana había más soldados que gente cruzando, por lo que el guía nos recomendó no cruzar ya que en cualquier momento podrían cerrar la frontera y nos quedaríamos atrapados en Birmania, país en el que los night clubs brillan por su ausencia. Ante semejante perspectiva, optamos por la prudencia. Cuando llegamos al hotel vimos en la tele que había habido disturbios encabezados por estudiantes y monjes en Rangún en apoyo de la disidente y premio Nóbel de la paz Aung San Suu Kyi.
Otra de las cosas curiosas de la zona tailandesa del triángulo es la variedad étnica que te puedes encontrar, allí puedes ver desde hippies que fueron a comprar un chute y se convirtieron al budismo a refugiados chinos descendientes de soldados del Kuomintang que perdieron la guerra contra Mao y q controlan el percal (China comparte una extensa frontera con Birmania donde no debieron ser muy bien recibidos y desde allí se pasaron a la siempre acogedora Tailandia), pasando por diversas tribus, entre ellas las mujeres jirafa que proceden de Birmania, pero que han sido desplazadas a Tailandia porque no se tratan con la Junta militar que gobierna Birmania con mano de hierro.
P.D.: Mensaje para Gecé, si recargas la página verás una novedad que te gustará.
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