ZARAGOZA, ¿CIUDAD GARRULA?
Zaragoza siempre ha sido una ciudad de frontera, entre garrula y moderna. Esta lucha de gigantes entre políticos catetos y políticos cultos es un reflejo de una ciudad que ha acogido durante décadas a una masa ingente de desertores del arado (basta con observar a los taxistas para darse cuenta de ello), pero de donde salen constantemente referentes culturales de todo tipo. Esto viene a cuento de la última barbarie cometida en la ciudad. Hace unos años se pidió a una serie de artistas que pintaran unos murales en partes degradadas del Casco Viejo para adecentar las fachadas un poco y darle un aire más moderno al Casco. Pues bien, ahora a algún gilipollas del ayuntamiento (imagino que a instancias de cierto vecindario garrulo) se le ha ocurrido borrar uno de ellos con una capa de yeso (ver foto, antes y después). Si el Acalde Belloch tiene algún criterio de hacia donde debe ir la ciudad debería hacer al responsable de la fechoría picar el yeso con sus manitas de cateto provinciano. Menos mal que todavía queda esperanza para estos lares.
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