LA ITV
Antes de nada he de aclarar, para los lectores no españoles, que la ITV es la Inspección Técnica de Vehículos, revisión que han de pasar periódicamente todos los vehículos a motor. Pues bien, el otro día me dirigí con mi vehículo a pasar la revisión anual por la que me cobraron 40 € y me hicieron perder más de dos horas de mi tiempo. Por ese módico precio te revisan todo lo que cualquier conductor mínimamente celoso de su seguridad revisa de vez en cuando, luces, dirección, freno, aceite… es decir, literalmente te roban 40 € por la cara. El objeto de la ITV es que todos los vehículos circulen cumpliendo las condiciones mínimas de seguridad, es decir, que por cuatro desgraciados que no cuidan su coche se han montado los concesionarios de las ITV un negocio de puta madre.
Pues bien, como fui a la ITV que está en la Nacional II decidí ir a conocer el puticlub conocido como La Pepa, que está unos kilómetros más adelante, en Alfajarín. Resulta que el citado Club no tiene nombre, porque todo el mundo lo conoce como La Pepa que es el nombre del Hotel que está al otro lado de la carretera, es decir, que sin comerlo ni beberlo a la señora Pepa le han puesto el inmerecido título de meretriz de Alfajarín. El aparcamiento queda a la derecha en dirección Barcelona, es amplio, pero como siempre paran camiones en el momento que hay unos cuantos hay que hacer virguerías para aparcar, además está en obras porque están ampliando el Club.
Empujé la puerta y me dirigí a la barra con la timidez habitual en mí mientras observaba el percal. Muchas mujeres, pero ninguna joven. ¡Parece un geriátrico!. Bueno, quizás he exagerado algo, alguna había. Me acodé en la barra (bastante envejecida, acorde con el ambiente) y enseguida se acercó una joven ballena que casi me tira de la banqueta. Tras la conversación de rigor consigo que marche. Sin darme respiro se acerca una africana a la que le faltaba una de las palas dentales que con su típico acento y suavidad africana me dice hola y se interesa por mi profesión de camionero (deben parar muchos o sólo folla con camioneros, no sé) a lo que le contesté que ya lo había dejado y que ya le haría señales de humo si precisaba sus servicios.
Por fin se me acercó una brasileña tetuda (luego resultaron un poco blandas) ofreciendo masaje y polvo español (ya que el polvo portugués es el equivalente a nuestro pulpo). Tras un poco de conversación y viendo que era enrollada decidí entrar con ella ante el desolador panorama que ofrecía la sala. Pero hete aquí que cuando le digo al camarero que me aprieta el pantalón va y me dice que lo siente mucho pero que no hay camas libres por lo que tendré que esperar (o sea que todas las que están buenas debían estar trabajando), pero que para amenizar la espera me ofrece una copa gratis. ¡Eso es un profesional! y no la mierda podrida que hay por ahí. Al poco de empezar a mojar la espera se acerca con una llave (debía haber alguna libre y no se dió cuenta), así que no pude observar a las ocupadas. Por lo demás, masaje correcto, cubaneo aceptable… y bueno, lo de siempre, la verdad es que empiezo a cansarme de esta vida. Amiguitos, no pareis en La Pepa, al menos hasta que la amplíen.
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