IKEA
Ayer fui al Ikea y salí con dolor de cabeza de la cantidad de gente que había. Los centros comerciales son un puto rollo, no sé si se me puso el dolor de cabeza del bullicio o de pensar si cabía o no la puta cama en la habitación, mi capacidad de abstracción con lo material es verdaderamente limitada. Se me debió abrir la válvula pilórica como a Ignatius.
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molly -