WILLIAM BLAKE
Madre querida, madre querida, la iglesia es fría,
Mas la taberna es sana cálida y placentera
Puedo decir además que es donde me tratan bien
Tan buenos momentos no los tendré en el cielo.
Pero si en la iglesia nos dieran cerveza
Y un fuego a agradable para calentar las almas
Cantaríamos y rezaríamos todo el día,
Y jamás desearíamos apartarnos de la iglesia.
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