LA MISTERIOSA DESAPARICIÓN DE LA GITANA COJA (FASCÍCULO 2)
Al principio, los inspectores policiales sospecharon de un vigilante bizco, Fermín Muguruza, de la chatarrería Melitón que había sido guardia civil y que era conocido en toda la redolada por su inquina hacia la muchacha y su familia que le birlaban la chatarra. Un día habría llegado incluso a retenerla, según declaraciones del patriarca, Aquilino Gabarre, cuando tras descubrir a todo el clan afanando chatarra salió corriendo tras ellos y sólo pudo capturar a la muchacha gracias a su cojera (la verdad es que por su volumen quedó enganchada en el agujero practicado en la valla), pero, según Aquilino, la muchacha era brava y logró zafarse pegándole con la pierna buena una patada al payo malo en los huevos. Sin embargo, parece ser que lo que de verdad ocurrió, según declaró Demetria Gabarre (prima y confidente para todo de la desaparecida), Dolores, después de suplicar sin éxito su liberación por la cara, accedió, para que Fermín no llamara a la bofia, a hacerle una felación, arte francés en el que era altamente experta, gracias a la formación que le habían impartido con frecuente perseverancia sus primos de Barcelona, los Clavería. Parece ser que, según confesión de Fermín..... (continuará?)
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