Blogia
rutamudejar

LE MONITEUR NAPOLEONIQUE

 

El mes pasado hice un resumen de la sorprendente evolución de los títulos de los editoriales del hipersubvencionado diario La Vanguardia (antiguamente La Vanguardia Española) desde el referéndum del 1-O hasta la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Al hilo de ese artículo, Gecé me envió un correo diciéndome que esa evolución era pecata minuta al lado de los titulares de Le Moniteur Universel en el mes de marzo de 1815 tras el desembarco de Napoleón Bonaparte cerca de Antibes el 1 de marzo y su entrada en París el 20 de marzo, veamos:

Recordemos que Bonaparte se encontraba exiliado forzosamente en la Isla de Elba de la que partió a finales de febrero, cuando se supo en París, Le Moniteur Universel tituló: “El Monstruo se escapó de su destierro”

Tras el desembarco en Antibes, tituló: "El ogro de Córcega ha desembarcado en el golfo Jean"

El rey Luis XVIII envió a su encuentro al Quinto Regimiento de Línea, comandado por el mariscal Michel Ney, nuestros amigos titularon: “El Tigre se ha mostrado en el terreno. Las tropas avanzan para detener por todos lados su progreso”

Al encontrarse frente a frente en Grenoble, Napoleón se acercó solo al regimiento, se apeó de su caballo y, cuando estaba en la línea de fuego, gritó: «Soldados del Quinto, ustedes me reconocen. Si algún hombre quiere disparar sobre su Emperador, puede hacerlo ahora». Tras un breve silencio, los soldados gritaron: «¡Vive l’Empereur!» y se unieron a Napoleón, tomando Lyon... el titular fue alarmante: “El Tirano está ahora en Lyon. Cunde el temor en las calles por su aparición”

Las tropas napoleónicas avanzaban a marchas forzadas... “El Usurpador está a 60 leguas de marcha de la capital”

Pero Le Moniteur mantenía un optimismo radical... “Bonaparte avanza a marchas forzadas, pero no entrará jamás en París”

El siguiente titular ya fue más informativo, aunque aún albergaba alguna esperanza de resistencia... “Napoleón estará bajo los muros de París mañana”.

A las 24 horas ya reconocía lo inevitable, llamando Emperador a Napoleón... “El Emperador ha llegado a Fontainebleau”

Al día siguiente ya no era El Emperador sino Su Majestad El Emperador, con comida de rabo en toda regla y apertura de piernas (ver vídeo adjunto): “Su Majestad El Emperador hizo ayer su entrada triunfal en las Tullerías, en medio de sus fieles súbditos. Nada puede detener la alegría universal ¡Viva el Imperio!”


1 comentario

Gecé -

Vivir es ver volver...