PURO TEATRO

Slobodan Praljak, criminal de guerra, y graduado por la Academia de arte dramático de Zagreb en 1972.

De ahí el histrionismo, imagino. pic.twitter.com/5DYotGCuJn

— confaloniero (@confaloniero) 29 de noviembre de 2017

El suicidio tras escuchar su sentencia ante el Tribunal de La Haya de Slobodan Praljak, criminal de guerra, ingeniero, licenciado en sicología y filosofía, director de cine y dramaturgo... en fin, todo un humanista, me hace reflexionar sobre la incapacidad de ciertos criminales de asumir su culpabilidad por muchas pruebas que se tengan contra ellos. Están tan convencidos de que no han hecho nada malo que son capaces de suicidarse de forma teatral para trasladar la culpa a sus acusadores o a sus cómplices que han salido bien parados... bien cerca tenemos el caso de Blesa, del que lamentablemente no tenemos imágenes, o el lejano, pero famoso caso de Budd Dwyer, Tesorero del Estado de Pensilvania que aceptó un soborno para adjudicar un contrato, y que antes de ser juzgado, preveyendo una sentencia no precisamente absolutoria, convocó una rueda de prensa en la que defendió su inocencia, acusó al juez que le iba a juzgar de dictar sentencias medievales y, tras advertir a los presentes de que salieran de la habitación porque lo que iba a hacer podría serles desagradable, ante las cámaras presentes se pegó un tiro en el paladar... que cunda el ejemplo...