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rutamudejar

RESPONSABILIDAD CIVIL

El 25 de marzo de 1911, en uno de los grandes desastres de la Revolución Industrial, 146 personas (123 mujeres y 23 hombres) fallecieron abrasadas o aplastadas contra la acera en el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist (Blusas el Triángulo), situada en la novena planta del edificio Asch (Cenizas en español, WTF!!) de Nueva York. La mayoría eran jóvenes de entre 14 y 23 años,  inmigrantes judías de Rusia e italianas, que trabajaban 9 horas diarias y 7 horas los sábados por el equivalente actual a unos 150 € semanales. Las puertas de las escaleras y la salida estaban cerradas a propósito para evitar el robo de materiales. La única escalera de incendios de la planta novena no llevaba a ninguna parte segura y se doblaba con el peso de las trabajadoras. Sólo funcionaba un ascensor en el que los propietarios, Max Blanck y Isaac Harris, huyeron, refugiándose en la azotea. La fábrica era una ratonera, la escalera de los bomberos era demasido corta y el agua de las mangueras no llegaba a la novena planta. Las obreras rompieron los cristales de las ventanas para saltar antes de morir quemadas. 

Pero, ¿se hizo justicia?

Los dueños fueron acusados de siete cargos penales, incluido homicidio en segundo grado, ya que el Código Laboral estadounidense establecía la prohibición de cerrar con llave las puertas durante la jornada de trabajo. Pero, el jurado popular los absolvió alegando que no se podía probar que Harris y Black supiesen que las puertas estaban cerradas en el momento del incendio, ya que los testigos, generalmente analfabetos y con dificultades para expresarse en inglés, fueron obligados por la defensa a repetir varias veces su testimonio y los pobres incurrieron en "contradicciones".
Al final, los familiares de las víctimas presentaron demandas de responsabilidad civil contra los propietarios que, finalmente, tres años después del incendio, fueron condenados a pagar una multa de 75 $ por cada una de las 146 muertes.... mucho menos de los 400 $ por víctima que ellos habían cobrado del seguro... negocio redondo, tanto que, unos años más tarde, Harris fue pillado nuevamente con las puertas cerradas... y le multaron con 20 $.

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