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rutamudejar

POBRE ZAGAL

Al pobre zagal que estrelló su coche (con un par de bombonas de butano en el maletero) contra la sede del PP lo ha condenado la Audiencia Nacional a 5 años de prisión, como autor de un delito de tenencia y fabricación de artefacto incendiario en concurso con otro de incendio en grado de tentativa. Afortunadamente, lo han absuelto del delito de terrorismo.

 

Según la Sala el artefacto tenía cerca de cinco kilos y medio de urea mezclada con una cantidad indeterminada de gasolina guardada en el interior de un baúl de plástico cuya tapa presentaba dos orificios para el acceso del cableado del sistema de iniciación (en el momento de la colisión no estaba conectado). Añade que los iniciadores estaban compuestos por clorato potásico con restos de óxido de hierro y silicatos, sustancias que estaban en unas botellas y además colocó dos bombonas de gas butano y una garrafa con tres litros y medio de gasolina. Es decir, eso no explota ni por milagro, vaya zancocho...


 La sentencia recalca que la carga del artefacto mezclada con la gasolina y convenientemente iniciada tenía propiedades incendiarias (aunque no explosivas) que unidas a los reguladores conectados a las válvulas de las bombonas y las espitas abiertas podría haber provocado un incendio que se habría propagado por el edificio (juá, juá, juá...). Vamos, que por intentar hacer una barbacoa en la sede del PP le han caído 5 años a la sombra. Y es que el pobre zagal sólo quería echar una mano a su cuñado que es el que rompe a martillazos los discos duros, le pegas fuego a la sede y en nada la contabilidad B se va a cascala.

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