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VISIÓN DOBLE

Entre los días 10 y 11 de mayo de 1996 se desató en el Everest (8.848 metros) una fuerte tormenta de nieve. En esos momentos realizaban su ascensión varias expediciones, dos de ellas, de carácter comercial, se vieron unidas por la fatalidad. Cada una estaba compuesta por tres guías, 8 clientes y otros 8 sherpas de altura. Los clientes habían pagado unos 50.000$ por cabeza. La primera de las expediciones era la neozelandesa The Adventure Consultants liderada por Rob Hall y la otra era la norteamericana Mountain Madness liderada por Scott Fischer. Ambas empresas se disputaban el comercio mundial del Everest. El día del desastre murieron tres guías y dos clientes, todos, salvo Scott Fischer, del grupo de Rob Hall que también murió. En el grupo de Rob Hall participaba un periodista llamado Jon Krakauer que escribió un libro titulado Into Thin Air (publicado en España como Mal de Altura) en el que daba su particular visión de los hechos, criticando especialmente a un guía de la otra expedición, Anatoli Boukreev, al que acusaba poco menos que de haberse pirado dejando tirados a sus clientes por haber subido sin oxígeno y en zapatillas. Ante tan grave acusación Anatoli respondió con otro libro titulado The Climb: Tragic Ambitions on Everest (en España, Everest 1996)

Como novela el libro de Krakauer está muy bien, sin embargo se da demasiada importancia para mi gusto. Anatoli narra mucho mejor cómo se organiza y funciona una expedición comercial. En cuanto al fatal día, tras haber leído ambos libros he llegado a la conclusión de que fundamentalmente fallaron los dos líderes de las expediciones, principalmente por haber errado en la coordinación entre ambas del ataque final a cumbre, ya que cuando llegan al escalón Hillary nadie había equipado la vía, con el consiguiente embotellamiento y pérdida de tiempo, y posteriormente por empecinarse ambos en que algunos clientes subieran a la cima a pesar de haber superado la hora límite de regreso. También fallaron los respectivos sirdar (los jefes de los sherpas de altura) ya que uno no organizó correctamente la distribución del material (se le olvidaron los hornillos para fundir nieve) y otro gastó sus fuerzas encordándose con una clienta para tirar de ella (suponemos que a cambio de dólares). En cuanto a la actuación de los guías Krakauer acusa a Boukreev de que al haber subido sin oxígeno hubo de bajar al campamento sin esperar a los clientes. Anatoli contesta diciendo que acordó con Fischer bajar primero para preparar té caliente y descansar por si tenía que subir de nuevo si había algún problema. Eso nunca se sabrá ya que Fischer murió. Lo que sí se sabe es que estando en el campamento de altura Anatoli salió en medio de la tormenta a buscar a los clientes que todavía no habían llegado.... y consiguió rescatarlos. Ningún cliente de su expedición murió. Nadie más de la expedición de Hall salió de manera seria a buscar a sus compañeros, ni Jon Krakauer (él dice que estaba agotado) ni los sherpas... nadie está obligado a ser un héroe por encima de los 8.000 metros en la llamada zona de la muerte... pero por eso, quizás sea mejor callarse.

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