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REGLAS DE CONVIVENCIA

Hace cuatro años se instaló por el Ayuntamiento de Zaragoza un servicio de bicis de alquiler, desde entonces se inició una enorme polémica porque los ciclistas cirulaban por zonas peatonales. Por eso se dictó una Ordenanza municipal que permitía la circulación de las bicis por aceras de más de cuatro metros y por calles peatonales, teniendo siempre prioridad peatonal en estas zonas compartidas. Sin embargo, estalló la polémica por parte de los talibanes de siempre, baste ver los comentarios que los garrulos de siempre vierten en las ediciones digitales de los periódicos locales... todos deseando echar a los ciclistas a la calzada....

.... y la verdad es que no entiendo por qué hay gente que tiene tanta animadversión por un medio de transporte que no contamina, no hace ruido, y no ocupa lugares de aparcamiento, además es muy difícil que un accidente de bicicleta sea mortal, no conozco ningún caso de nadie que haya sido atropellado por una bici y haya muerto o haya tenido secuelas graves. Aunque hay que reconocer que también existen ciclistas cafres que no respetan las más elementales normas de convivencia y que el Ayuntamiento elaboró la norma, pero no ha señalizado las zonas compartidas, algo que sería muy fácil con un poco de pintura. Sin embargo, nunca he visto tantos comentarios negativos en esos mismos periódicos cuando hay atropellos mortales de vehículos a motor. Sin ir más lejos el mismo día en el que un conductor borracho y drogado atropelló mortalmente a un peatón (que, por otra parte, cruzaba por donde le daba la gana, algo que hacen muchos peatones) un juez lo dejaba en libertad, mientras que ese mismo día el Tribunal Superior de Justicia de Aragón anulaba los artículos relativos a las zonas compartidas de la Ordenanza de convivencia entre ciclistas y peatones, porque entiende que contraviene la estatal Ley de Seguridad Vial que es una norma de mayor rango, mandando directamente a los ciclistas a la calzada, un lugar en general muy poco seguro. Esperemos que el Tribunal Supremo anule dicha sentencia y dé la razón al Ayuntamiento, porque no es posible que la circulación de bicicletas y peatones en una ciudad deba estar regulada por una norma estatal, ya que cada ciudad tiene distintas circunstancias en cuanto a su configuración, siendo imposible pretender que una misma norma se aplique a todas ellas, cada ciudad debe elegir el modelo de transporte que desea y si quiere dar prioridad a un medio de transporte u otro.... de todas formas, algo que nunca podrá sustituir una norma es el sentido común, algo de lo que carecen un alto porcentaje de "seres humanos".....

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