Blogia
rutamudejar

COMO LOS CANGREJOS

Caminamos para atrás, como el cangrejo herradura de sangre azúl al que se le pesca se le ata y se le extrae la sangre sin descanso durante meses y cuando ya no le queda ni una gota se le vuelve a arrojar al mar... Pues en la triste vida del cangrejo se ha inspirado nuestro gobierno para aprobar la enésima reforma laboral, un avance más hacia la moderna esclavitud democrática. Lo mejor de todo es la literatura justificadora de la medida que emplea la Exposición de Motivos (la negrita es mía):

Desde hace tiempo la situación de los jóvenes en nuestro mercado de trabajo está muy lejos de la deseable en un Estado social avanzado. (mientras políticos y sindicatos miraban para otro lado, o sea que reconocen que ya lo sabían, pero que estaban mejor tocándose los cojones)

La crisis económica ha llevado al desempleo a miles de nuestros jóvenes, muchos de los cuales, llamados por la expansión (¿sinónimo de especulación?) del sector de la construcción, abandonaron prematuramente en su día el sistema educativo para ocupar empleos de baja calidad, por lo que sus niveles de cualificación son muy bajos. Así, el 60% de los desempleados menores de 25 años no poseen siquiera el título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria y un buen número de ellos, aún teniéndolo, carecen de cualificación profesional alguna.

La mejora de las oportunidades de empleo está directamente relacionada con el nivel de cualificación de las personas. Por ello, la primera medida incluida en este real decreto ley se dirige a la configuración en nuestra legislación laboral del nuevo contrato para la formación y el aprendizaje, un contrato con plenos derechos laborales y de protección social que combina el trabajo remunerado en una empresa con la formación (no remunerada) que permita adquirir una cualificación profesional.

Superando la concepción tradicional del contrato para la formación, que queda derogado, el nuevo contrato para la formación y el aprendizaje permitirá, por una parte, dotar de una cualificación profesional acreditada a todos aquellos jóvenes que carezcan de ella; junto a ello, simultáneamente, la persona trabajadora realizará un trabajo efectivo en una empresa directamente relacionado con la formación que está recibiendo, lo que favorecerá una mayor relación entre ésta y el aprendizaje en el puesto de trabajo.

El nuevo contrato se dirige a jóvenes mayores de dieciséis y menores de veinticinco años que carezcan de cualificación profesional alguna. Transitoriamente, podrá ser realizado también con jóvenes mayores de veinticinco y menores de treinta años, pues dentro de ese grupo de edad existen en este momento importantes déficits de cualificación profesional y elevados niveles de desempleo. (Vamos, que te puedes pegar 14 años con un sueldo de aprendiz y cuando tengas 30 años te despedirán para formar a otro pardillo de 16)

Share/Bookmark

0 comentarios