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SORPRENDENTE CONVERSIÓN

SORPRENDENTE CONVERSIÓN

 

Creía andar curado de espantos cuando Durruti (a partir de ahora San Durruti) confesó haber vuelto a sus orígenes en la pila bautismal. Ante mis espantados ojos confesó haber decidido hacer un curso de homologación de su idoneidad católica al objeto de poder dar clases en colegios concertados ¿os imagináis a Durruti impartiendo clases de religión en Jesuitas? ¡Vendiéndose al diablo por un corrusco de pan!. De ahí a apostatar a la asignatura de educación para la ciudadanía va un paso.

Por si fuera poco la conversión de San Durruti al nacionalcatolicismo, resulta que el otro día recibo un sms de Salam avisándome de su retiro espiritual hasta nuevo aviso a un monasterio burgalés bajo la advocación del dulce nombre de maría. Ahora entiendo su silencio y cara de póker cuando delante de él afeé a Durruti su conversión al enemigo, ¡ya se mascaba la traición!. Ahora el amigo Salam estará comiendo morcilla de Burgos en el monasterio (no aclara el sms si es de frailes o monjas), aunque para él no será mayor problema ya que de todos son conocidas sus experiencias con la huerta. 

Últimamente, entre el Euribor y estos amigos no gano para disgustos. Esto es un Sindiós, coño!!.

8 comentarios

Gecé -

La cita evangélica a la que aludía está en Lucas 15, 7.

Rutero -

Me da la sensación de que la conversión confunde a Durruti... y es que la cabra siempre tira pal monte

Rutero -

O sea que Durruti es un falso converso con vocación de quintacolumnista

Gecé -

¿Y quién te manda sumergirte en alquitrán, Buenaventura? ¿Por qué te entregas al masoquismo con cilicio? En cuanto a "la cultura de este país", quítale Grecia, Roma y el Cristianismo (como a toda la civilización occidental) y dime en qué quedan sus raíces.

Durruti -

Amigo Gecé, lo de un barniz cultural cristiano, para mi es como una mano de alquitrán en la mirada, la cultura de este país, y de otros, no ha sido descubierta ni creada por las religiones, y menos la cristiana, diría más, han colaborado en empañarla. De los retablos lo que me hace falta saber es que arden bien por si tengo frío, y sobre los museos, cada vez me indigno más de ver el saqueo espectacular que los llamados hijos de dios han hecho a costa de muchas vidas. Como me alegro de que me dejen de llamar Saulo, soy y segiré siendo Durruti

Gecé -

En mi opinión un barniz cultural cristiano es indispensable en España, se sea no no católico, para entender su historia, su literatura; desde un museo a una iglesia sin tener que tirar demasiado de guías o diccionarios. Y es que desconocer la religión supone perderse más de la mitad de un retablo, por ejemplo. Lo que está claro es que entre Fray Luis y San Durruti se han puesto a celebrar el Año Paulino por todo lo alto, por todo lo Altísimo...

Durruti -

Para el bien del señor administrador, le comunico mi arrepentimiento en cursar esta materia, de todas maneras quiero reiterar que mi intención en cursar dicha materia, no era otra mas que la de abrir puertas a mi futura dedicación docente, y nada mas lejos de la coruña, en un aspecto de conversión, ademas apuntar que hoy en día casi el cincuenta por ciento de los centros educativos son concertados y en manos del clero, lo cual afirma mi posibilidad de abrir puertas. De todas maneras, aun en el caso de entrar a dar clase en algún centro de estas características no impartiría clases de religión, y para acabar también quiero apuntar que una formación de este tipo seria enriquecedora desde el plano critico. Así que ya sabes sigo como estaba, por la verdad es que me dio mucho yuyu el royo este

Gecé -

Hace casi un año exactamente recordaba en un artículo en maximasminimas que en el Evangelio se lee que hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por cien justos que perseveran. Mi querido administrador, esto no es un sin-diós, es un re-diós habida cuenta de esta doble conversión. Esto está dejando de ser la Ruta Mudéjar para convertirse en el camino de Damasco. Además las reseñas de los burdeles han desaparecido prácticamente: el Sr. Administrador también se gana el cielo a su manera, pero los lectores nos perdemos sus crónicas. Espero ansioso la vuelta al "tráfago del siglo y sus pecaminosas estridencias" del Sr. Salam y sus "Confesiones" al agustiniano modo.